
Navegando la manufactura nacional, las importaciones chinas y los programas de integración en una nueva era
Ahora que Donald Trump asumirá la Casa Blanca en enero de 2025, la industria estadounidense de drones enfrenta un futuro determinado por su enfoque de larga data hacia China, la manufactura y la innovación industrial. Mientras los legisladores de ambos lados sopesan una posible prohibición de los drones fabricados en China, la industria está dividida. A algunos proveedores y usuarios comerciales les preocupa cómo una prohibición podría afectar sus operaciones, y dicen que los drones fabricados en Estados Unidos aún no han alcanzado niveles comparables de funcionalidad y precio.
Las políticas y planes anteriores de Trump pueden arrojar algo de luz sobre la evolución futura de los drones en EE.UU.
Aprovechando el programa de integración de drones de 2017 de Trump
El mandato anterior de Trump subrayó su reconocimiento de los drones como un activo para la economía estadounidense. En 2017, su administración estableció el Programa Piloto de Integración de Drones (DIPP) a través del Departamento de Transporte. El DIPP permitió a empresas privadas y agencias públicas probar nuevas tecnologías de drones en entornos controlados. El objetivo era facilitar la integración de drones en el Sistema Nacional del Espacio Aéreo, abordando desafíos operativos y al mismo tiempo impulsando el crecimiento de la industria. Ese programa ha continuado y evolucionado hasta convertirse en el programa BEYOND, que proporciona una mayor cooperación entre la industria y los gobiernos comunitarios.
Durante la pandemia de COVID-19, la administración de Trump también destinó fondos de la Ley CARES a varias empresas de drones con sede en Estados Unidos, identificándolas como actores esenciales de infraestructura. Esta financiación puso de relieve la postura de Trump de que la tecnología de drones es fundamental para la infraestructura estadounidense. Con su regreso a la Casa Blanca, Trump podría impulsar programas similares, ofreciendo nuevas oportunidades de prueba, implementación y apoyo. Sin embargo, este enfoque probablemente también estará determinado por sus opiniones sobre la fabricación nacional y la reducción de la dependencia extranjera.
Un enfoque renovado en las importaciones chinas y la “competencia leal”
El enfoque de Trump hacia China ha estado marcado por políticas para proteger los empleos estadounidenses y un énfasis en la competencia justa. Su guerra comercial de 2018 con China generó aranceles sobre varios productos, incluidos los drones DJI. Esto elevó el costo de los drones fabricados en China, lo que afectó tanto a los consumidores como a los usuarios de la industria. Las políticas de Trump también destacaron a China como un “competidor estratégico”, que podría convertirse en la piedra angular de su próximo mandato.
Mientras el Congreso considera una posible prohibición de los drones chinos, la administración Trump puede apoyar políticas destinadas a reducir la dependencia de la tecnología china. Si bien los defensores de dicha legislación argumentan que fortalece la seguridad nacional, algunos actores de la industria se preocupan por los costos. Muchos proveedores de servicios de drones confían en los productos DJI, que ofrecen funciones avanzadas a precios asequibles. Una prohibición general sin tener en cuenta el calendario y la financiación podría perturbar sus operaciones.
El enfoque de Trump en la competencia leal también puede implicar un nuevo escrutinio de los drones fabricados en China, en consonancia con preocupaciones de seguridad más amplias. Esta postura podría amplificar el llamado a una prohibición o restricciones.
Impulsando la fabricación y la innovación en EE. UU.
Una presidencia de Trump también podría aumentar la atención sobre el fortalecimiento de la fabricación nacional en la industria de los drones. Su anterior agenda “Estados Unidos primero” promovió la creación de empleos internos y buscó frenar la dependencia de productos extranjeros. Ante la inminente prohibición de los drones chinos, Trump puede alentar a las empresas con sede en Estados Unidos a aumentar la producción, potencialmente a través de incentivos y subvenciones destinadas a desarrollar tecnología competitiva.
Si bien esto podría impulsar el crecimiento en el sector de fabricación de drones de EE. UU., los conocedores de la industria reconocen que alcanzar a competidores establecidos como DJI llevará tiempo. Los altos costos y las brechas tecnológicas actualmente dificultan que los drones fabricados en Estados Unidos igualen los modelos chinos. Aún así, la administración de Trump puede intentar desarrollar políticas que puedan cerrar estas brechas con el tiempo, creando un mercado interno más fuerte para el hardware de drones.
Preocupaciones de seguridad: la iniciativa china y el espionaje
Durante su primer mandato, Trump lanzó la Iniciativa China, un programa diseñado para combatir el espionaje económico chino. Esta iniciativa marcó un paso significativo para abordar las preocupaciones sobre la interferencia extranjera y las amenazas a la seguridad. La administración anterior de Trump también consideró restricciones a las visas y viajes chinos, con el objetivo de proteger la propiedad intelectual estadounidense. Las preocupaciones de seguridad en torno a los drones fabricados en China, incluidos los posibles riesgos de espionaje, podrían resurgir bajo el liderazgo de Trump.
La postura de Trump de “Estados Unidos primero” podría intensificar las medidas de seguridad sobre la tecnología de drones, centrándose en salvaguardar los datos y la propiedad intelectual de Estados Unidos. Si se implementan, estas políticas se alinearían con las preocupaciones recientes de legisladores y expertos en defensa sobre la protección de información confidencial de actores extranjeros.
El camino a seguir para la industria estadounidense de drones
El regreso de Trump al cargo señala un camino complejo para la industria estadounidense de drones. Su enfoque en la manufactura nacional y una agenda de competencia leal podría alentar a las empresas con sede en Estados Unidos a expandirse. Sin embargo, estas políticas también presentan desafíos, especialmente para las empresas que actualmente dependen de importaciones asequibles o tecnología extranjera avanzada.
Mientras Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca, los líderes de la industria navegan en un entorno incierto. Con un BVLOS NPRM actualmente estancado en el Departamento de Transporte y proyectos de ley críticos, incluida la Ley de Autorización de Defensa Nacional, aún en el limbo, los próximos meses antes de que el nuevo presidente asuma el cargo siguen siendo importantes para la industria. Después de eso, las políticas de Trump pueden moldear las perspectivas tanto a corto como a largo plazo para la industria de los drones en EE.UU.
¿Quiere recibir noticias de DRONELIFE en su bandeja de entrada todos los días de la semana? Inscribirse aquí.
Leer más:
Miriam McNabb es la editora en jefe de DRONELIFE y directora ejecutiva de JobForDrones, un mercado de servicios profesionales de drones, y una observadora fascinada de la emergente industria de los drones y el entorno regulatorio para los drones. Miriam ha escrito más de 3000 artículos centrados en el espacio de los drones comerciales y es una oradora internacional y una figura reconocida en la industria. Miriam tiene un título de la Universidad de Chicago y más de 20 años de experiencia en ventas de alta tecnología y marketing de nuevas tecnologías.
Para consultoría o redacción sobre la industria de drones, Envía un correo electrónico a Miriam.
GORJEO:@spaldingbarker
Suscríbete a DroneLife aquí.